Juan Fernando Velasco presentó la secuela del disco ‘Con toda el alma’
con el nombre de ‘Misquilla’, en el que se recopilan 10 temas de este género.
Con una estrategia de ventas que
llegó a los 100 mil discos al alcance del público, Juan Fernando Velasco
presentó con orgullo su último trabajo discográfico ‘Misquilla’ (Dulcesito en
lengua quichua). Este trabajo recopila 10 pasillos ecuatorianos con arreglos
sinfónicos en la voz del cantautor y acompañado de grandes voces de Iberoamérica.
Entre las que están: Gilberto Santa Rosa (Puerto Rico), José Luis Rodríguez ‘El
Puma’ (Venezuela), India Martínez (España), Américo (Chile), Noel Schajris
(Argentina), Lila Downs (México), Andrés Cepeda (Colombia), Kany García (Puerto
Rico), Gaby Moreno (Guatemala), Samo (Ex-Camila, México).
El proceso que duró
aproximadamente un año tuvo a Juan Fernando como productor y cantante y a
Christian Mejía como arreglista. La revitalización de este género
musical al integrarle elementos modernos es el objetivo del cantautor que
además considera es una forma de acercar el pasillo a los públicos emergentes y
jóvenes.
El disco circuló en días pasados con dos rotativos a nivel nacional.
¿Cómo fue acoplar las voces, sus tesituras y géneros para cantar
pasillos?
Ese fue el desafío que tuve como
productor del álbum, primero encontrar el repertorio y luego las voces que le
van a quedar mejor a cada pasillo. Desde cuestiones básicas como la tesitura de
las voces. Inmediatamente viene el
estilo, por ejemplo siempre supe que ‘Lamparilla’ la tenía que cantar Gilberto
Santa Rosa y nos lo propusimos.
Además si bien todos tenemos
estilos distintos venimos, todos somos afines a los ritmos latinoamericanos,
excepto India Martínez. Pero entendemos un bolero, un vallenato, una bachata
¿por qué no un pasillo?
Al hablar de los elementos modernos que le permiten al público joven,
conectarse con este ritmo ¿a cuáles se refiere?
Tiene que ver con cuestiones
técnicas que tiene que ver con la forma de ver las cosas. Si ves una fotografía
sabes de qué época, simplemente por el estilo. Ya en la música está el estilo
de cantar y los efectos como la reverberación.
Ahora ya no se utiliza eso, ahora
se tiende a escuchar las voces más comprimidas y escuchas todo. Eso es lo que
los jóvenes perciben como lo actual. Son conceptos modernos de producción que
se implementan en Misquilla.
Existen músicos conservadores en estos temas ¿El pasillo pierde esencia
con estos elementos?
Son criterios estéticos, frente a
eso no puedes argumentar. No hay manera que yo convenza de lo contrario. Esto
es arte y siempre está en movimiento. Los puristas buscan mantener las cosas
como estaban y hay otros que quieren transgredirlo todo.
Sin embargo este trabajo no busca
transgredir el pasillo, ni la forma de cantarlo (no le puse batería o bajo
eléctrico) aunque sería totalmente válido. Es simplemente una forma distinta de
cantarlo.
Me encantó que los Hermanos Miño
Naranjo hayan elogiado el pasillo ‘Tu y yo’ cantado a dúo con Américo. Es
distinta pero de eso se trata la música.
¿Valió la pena una apuesta tan grande de esfuerzo e inversión?
Eso lo sabremos con el tiempo,
después de las vientas. Por ahora pienso que lo hemos logrado, porque son 10
canciones bien hechas. Porque gente que no está familiarizada con el pasillo y
se engancha y los que saben sobre música
también. Siempre habrá detractores pero es cuestión de gustos. Con lo
que he visto en redes, los comentarios han sido positivos.
¿Cuál fue su primer acercamiento al pasillo?
‘Para que no me olvides’, ese fue
mi primera canción como solista y el intento por componer el pasillo. Fue muy
exitosa, le dio nombre al disco y nos
llevó a Viña del Mar. Luego vinieron ‘Ángel de Luz’ y ‘El Aguacate’ y vi que
los jóvenes se conectaron enseguida.
Esto trazó una línea de acción
para mi música, hasta que llegamos a ‘Con toda el Alma’ y ahora el ‘Misquilla’.
¿Cómo ves el espectro de la producción nacional ahora?
Ha crecido pero todavía falta,
siento que es una industria muy incipiente. No puede ser que haya tan pocos buenos
productores para el tiempo que ha pasado, siento que nos estancamos en algún
momento. No es cuestión de talento porque hay mucho, más bien nos faltan productores.
Hay talento pero no existe oficio.
También falta composición ¿o no?
Es un problema mundial, tiene que
volverse comercial. Por ejemplo ahora todos son bachateros y componen y sacan
nuevos temas. Pero el pasillo puede empezar a evolucionar de esta forma, al
menos eso quisiera.
Texto: Daniela Moina Armas
Foto: Cortesía
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